No voy a decir quien soy que hago o a que me dedico porque no creo que sume.
Si les voy a decir que me gusta de un bar.
Para empezar me gustan las bebidas, no soy un gran catador, pero se diferenciar una bebida buena de una mala.
Me gusta que me atiendan bien, que sean pacientes.
No siempre se sale con la idea en la mente de tomar algo en particular y si la carta es extensa tenes ganas de tomarte tu tiempo.
Me gusta que me sugieran tragos nuevos.
Me gusta que la bebida sea de calidad. Prefiero pagar unos pesos más y que el ron o el whiski no sea el mismo que toma un ucraniano que no puede volver a su país por problemas de su barco pesquero y pasa sus noches a la itemperie en parque Lezama.
Me gusta la cerveza fría y en lo posible tirada.
Que usen fruta si el trago lo necesita. Un Cuba Libre o un Gin Tonic se hace con limón y no con minerva.
Que el lugar tenga algo que lo identifique
dejar propina siempre y si me atendieron bien dejar, en la medida de lo posible, un extra.
Que no me cobren de más porque es un lugar que frecuentan extranjeros. Las cosas tienen que valer lo que valen en todos lados.
En definitiva no soy nada más que un tipo que de vez en cuando le gusta pisar un bar y disfrutar de esa sensación.
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